viernes, 31 de diciembre de 2010

2010!

Siempre hay un principio y un final. Hace exactamente 365 días, estaba empezando el año 2010, y hoy ese año se acaba.
De los errores se aprende, y cada experiencia vivida este año (haya sido un error o no) me ha enseñado algo. Aprendí que las cosas siempre ocurren en el momento más inesperado, que no hay que dejarse influenciar, y sobretodo, que las apariencias engañan.
He conocido personas y lugares magníficos, repetiría mil y una veces momentos de este año y podría escribir un libro infinito con todo lo que he reído, he llorado y ha pasado.
Aunque se supone que es triste que todo lo bueno se acabe, en este caso no. Es más, para mí es algo alegre, ya que empezaré este año con la mejor de las sonrisas y pondré todo por mi parte para que el 2011 sea cuatro o cinco veces mejor que el 2010. Y es que las cosas son como cada uno quiere verlo, así que en tus manos está lo que signifique para ti cada minuto que vives.
Este año hemos vivido momentos más que tristes como el final del internado, o las despedidas en estaciones y aeropuertos; pero sobre todo hemos vivido momentos eufóricos, como por ejemplo el momento en que se nos declaró campeones del mundo, los conciertos de Fito y de Mika, celebrar la primera noche del año en el Mercantil, el súper inolvidable viaje a Stafford, los cumpleaños, las noches locas en mi casa, y tantos que como decía antes podría escribir un libro infinito con ellos.
Y ahora, nombrar a esas personas que han formado parte de este año, ya que sois pequeñas piezas que construís el puzle del 2010.
Paloma, Tania, Laura Pérez, Carla, Leila, María Antón, Cristhian, Antonio, Brais, Marcel, Anxo Deaño, Jaime, Verdu, Anuchi, Ángela, Alba, Miriam Seoane, Macarena, Inés, Sara Conor, Sara Cela, Clara, Nerea, Miriam Díaz, Rocío, Ana Fernández, Javi, Pablo, Gambita, Diego Pazó, Sergio Cedrón, Elena, Jusé, Laura Torres, Marta, Miguel, Álvaro, Manu, Noa, Natu, Ale, Cris, Pauk, Ana Adrio, María Ganzo, Martina, Noe, Adri, Samu, Oswaldo,  Diana, Lurdes, Mamá, Papá, Abuelas, Passport, Sisuka, Pumba, Paula Carrera, Cristina Carrera, Alejandro de la Flor, Totti, Pablito, Pablo Vázquez, Anxo Costas, Adriana, André Mallo, Luis, Jacobo, Rocha, Lynne, Max, Sue, Paul, Lidia, Carole, Piti, Javier, Eneas, Geli, Ana Paz, Mary, Luqui, Candi, Bety, Mara y Lola.
Probablemente, me haya olvidado a bastante gente, aunque eso no significa que no hayáis sido importantes.
Mis mejores deseos para el 2011 para todo el mundo J

sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Cuántas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas; borrarlo todo y vaciar nuestra memoria? ¿Cuántas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar? Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase “comezar de nuevo” ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos más cálidos, el día que pensamos que se iba a acabar el mundo, el dolor más bonito, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?

viernes, 10 de diciembre de 2010




No estoy sola cada día cuando despierto, tú estas ahí, te miro y me sonríes.
Si yo estoy débil o agobiada tu estás detrás de mí, te miro y me sonríes.
Cuando tengo un mal día corro a casa y llorando entro en mi habitación, tú estás dentro, te miro y me sonríes.
Otras veces antes de dormir te cuento cosas, te digo lo mucho que te quiero y tú no hablas únicamente te miro y me sonríes.
Yo haga lo que haga siempre que te miro me sonríes, por eso me gusta mirarte. Hay días que me paso largo tiempo mirando tu sonrisa para ver si se borra, pero nunca lo hace.
Cuando más lo necesito intento tocar tu rostro y cada vez que lo hago una fina lágrima cae y ensucia el cristal de tu marco, entonces cojo tu foto, la dejo en mi cómoda y me voy, porque sé que así cuando vuelva a entrar, tú estarás ahí, te miraré y me sonreirás...

-para mi esa sonrisa es mi mejor recuerdo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

lunes, 6 de diciembre de 2010


¿Cuánto tiempo hace que he dejado de ser feliz? Para serlo he apuntado alto. He pedido lo que no es seguro que pueda conseguir. No sin ayuda. No pensando humanamente. Y, casi mortificada, me doblo sobre mí misma y dirijo la mirada al suelo, sobre aquella arena que ahora me parece sucia por lo tremenda que ha sido mi tentativa desesperada de súplica.Y, sin embargo, creer es bonito. Da fuerzas, no pone límites ni confines, nos permite vivir esta vida creyéndonos capaces de verdad de llegar hasta el fondo. Y, así, levanto la vista. Súbitamente se desvanece la vergüenza y me parece que hay más sol sobre ese mar. Derrepente me invade esa inesperada felicidad. Porque lo veo. Ahí está.
El paseo. Federico Moccia.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

"Y si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo, quiero escapar a mi desierto sin ser visto, salir de este círculo, volar a otro lugar, quedarme quieto, allí la soledad es mi amuleto."
Nada ni nadie. Nach.